Por Antonio Reyes
|
Fotografía: Stephania González |
Ya íbamos retrasados. La tarde se difuminaba en las
nubes con colores vivos. “Qué chido” pensé, “una tarde ad hoc de colores vivos y
sorprendentes para una entrevista colorida, esto pinta bien”. En los andadores
del Río Sabinal hay una gran variedad de graffitis, de distintos crews de la
ciudad. Gritos de colores en muros que tal vez ya se caen, de casas abandonadas
y otras más aun habitadas. La ciudad grita policromía. Las paredes gritan
hastío, alegría, consignas, discursos. Las paredes gritan juventud, desafío, enojo,
aventura… esperanza. “Paredes limpias, mentes vacías” entonaban a finales de
los noventas la Eskamoza (¿o fue a principios del 2000?) legendaria y mítica
banda punk, ya de culto, de Tuxtla Gutiérrez… Nación Tuxtlanauta… Tuxtla
Mutante…
Llegamos
a La Casa Azul. Fotógrafa y entrevistador. Afuera estaba ella: Evelin, La
Golosina Mutante. Entrando al local estaba él: Hugo Huitzi. Yo no sé de
fotografía pero en mi mente siempre guardo instantáneas. Flashazos que
me quedan grabados cual viñetas o polaroids en mi
memoria. Congelé ese momento: ella acomodaba su bicicleta bimex y su rostro esbozó una amplia sonrisa, la de siempre, esa sonrisa que invita a
caminar por las calles y parlar y pintar los muros y perderse por ahí y rayar paredes; él tenía
ya una pierna dentro de la casa cuando volteó y nos observó, también su
sonrisa, su movimiento de cabeza de “Hey, what´s up!”. Click: ahí tomé la foto en mi mente. Nos saludamos y les expliqué algo de una entrevista
Doble Pack, luego me subí en la
bicicleta y me puse a dar una vuelta mientras Stephania hablaba con
ellos, me gusta relajarme
antes de entrevistar a alguien. Cuando regresé, comenzamos esta entrevista
llena de magia y colores.
Primera Parte: De dulces siderales y golosinas
mutantes o la historia de una diseñadora que quería ser artista visual… y lo es…
viceversa y todo lo contrario…
Antonio
Reyes: Háblame de tus inicios en las artes visuales.
Golosina
Mutante: A mí siempre me ha gustado mucho dibujar, desde pequeña, me gustaba
mucho dibujar personajes de caricaturas,
y bueno, me siguen gustando aun las caricaturas, pero ya así como que
agarrarlo de profesión fue un poco antes de comenzar a estudiar Diseño, cuando
conocí a Hugo Huitzi; una vez iba caminando por la UNICACH y había una
exposición de él, entré y vi que era él, ya lo había visto una vez por ahí en
la calle con un tipo que llevaba los pelos de verde, y yo dije: “¡qué es eso!”
porque eran los noventas y esas cosas llamaban la atención (risas de tod@s)
entonces entré a la exposición y lo estaban entrevistando, me entero que él era
el artista, el autor de esa ocasión y estaba exponiendo unos muebles pintados,
algo así como arte objeto y también algo de pintura, con colores bien padres,
verdes, morados y vi las obras y pensé que yo quería hacer eso, hacer algo así, después una amiga me lo presentó y le pregunté dónde estudiaba, él me
contestó que había estudiado en Xalapa así que decidí irme a estudiar allá,
yo quería estudiar Artes Visuales y mi papá me sugirió que estudiara Diseño, por
la cuestión de que sería más redituable y bueno, ahí adquirí esa formación más
comercial, sin embargo, nunca perdí ese perfil artístico en mi afán de querer
ser más libre en cuanto a creación, porque el diseño conlleva mucho más
estructura. Y así comencé.
|
Fotografía: Stephania González |
AR: ¿Cómo te renuevas en cada proyecto que realizas?
GM:
Bueno, en mi caso es siempre una experimentación, fíjate que al principio yo realmente
tenía la idea de ser como Van Gogh, estar en galerías y exponer como Hugo y
esas cuestiones, aunque luego al ver que Huitzi se mueve bien en las calles en
cuanto a su arte, en cuanto a sus creaciones, me llamó la atención;
recuerdo que estando en la universidad en Xalapa hice unos stenciles y me
metieron a la cárcel porque rayé una propiedad federal (más risas)
entonces decidí no hacer más stencil y cuando regresé a Tuxtla hice unos
engrudos y los pegué en las paredes de acá, luego vi que Hugo también, entonces
comencé a vislumbrar que lo más chido para expresión estaba en la calle, luego
mis dibujos de la escuela, los que hacía, los traspasé a tela, después a papel
para pegarlos en las paredes, para adornar las calles, ahora ya tengo mi código
que es el de pintar las bardas que están abandonadas, las que están feas o en
las que te dan permiso, así como que ilegal pero legal, ja!
|
Fotografía: Stephania González |
AR:
Digamos entonces que tu propuesta es lúdica y más libre en cuanto a expresión.
GM: Sí,
totalmente, es 100 por ciento diversión y liberación, yo lo hago porque me hace
sentir libre, cuando pego los engrudos es mucha la adrenalina la que siento y
cuando termino me quedo así como con ganas de más, quiero más y es una manera
de salir a divertirse. Hago también muñecos, juguetes, engrudos, paletas y
golosinas mutantes. También hago algo de fan
art con playeras, como un encargo que me hicieron del personaje Mia Wallace
de Pulp Fiction en una playera y pues tiene como que mi toque, mi estilo, me
late y aquí entra también lo redituable pues se venden, mas no dejaré de hacer
mis propios personajes.
AR:
Algún mensaje, consigna o slogan irreverente.
GM: A
l@s creador@s, que se atrevan a crear, que se atrevan a hacerlo porque a veces
uno es muy tímido, a mí me ha pasado, cuando Hugo me invitaba a pintar sentía
que no iba a dar la talla, cosas así, pero pues hay que atreverse, hacerlo y no
parar porque si no la mano se oxida y se oxida también el alma, hacerlo
frecuentemente te libera y al menos para mí es terapéutico también, no es que
quiera yo hacerme millonaria pintando, ni famosa, es más bien una satisfacción
interna, cuando pasas y ves tu dibujo en alguna pared, te sientes bien, porque
ya sacaste ahí esa necesidad de decir algo. ¡Atrévanse!
Segunda parte: De la libertad que se encuentra en la
calle y de las morgues que son ahora las galerías y los museos o la historia de
un artista visual que quería ser diseñador… y lo es… viceversa y todo lo contrario…
Antonio
Reyes: ¿Cómo comenzaste tu aventura con las artes visuales, con tu forma de
expresarte?
Hugo Huitzi:
Pues a mí me gustaron siempre los comics, fue algo similar a lo de Evelin con
las caricaturas, creo que esencialmente la ilustración fue algo que siempre nos
gustó muchísimo, entonces comencé a estudiar Artes Visuales, a pintar y al
mismo tiempo estaba muy involucrado con la cultura punk y algunos movimientos
underground que me entusiasmaban mucho, como los fanzines, los sticker, que de
toda la vida me han tenido bien atrapado, eran como soportes adecuados para
poder plasmar las inquietudes que tenía en el arte, la pintura y la
ilustración. Y bueno, transcurrió la historia haciendo un montón de cosas con
un montón de gente todo el tiempo, y yo siento que fue hasta el momento que
quise hacer ilustraciones más grandes, comencé a pintar cuadros muy grandes los
cuales eran muy difíciles de transportar y además yo sentía que aunque fueran
muy grandes pues me quedaban chicos, tenía ganas de hacer cosas en formatos muy
grandes pero sobre todo, lo que me llevó a la calle, fue que ya estaba
cuestionando mucho la dinámica de la galería, sujetarse a los
tiempos de la galería, yo que nunca me he podido sujetar casi a nada y en la
calle obvio eres mucho más libre… siempre lo había hecho, siempre había puesto
stenciles, ya había pintado cosas en la calle, de pronto dije: este año sólo
voy hacer cosas para la calle y ¡pum! sentí una libertad tremenda, lo disfrute,
lo sigo disfrutando tanto que he quedado atrapado por los discursos que puedes
manejar y cómo la gente los recibe de una manera mucho más directa, me queda
claro que no somos un país de lectores y por desgracia tampoco somos un país de
gente que acostumbre ir a los museos y las galerías, entonces está muy padre
poder sacar esto de esta manera, es enriquecedor no sólo para mí como creador
sino que creo que le transmites algo bueno a la gente.
|
Fotografía: Stephania González |
AR: No haces el típico graffiti, ya tienes un estilo propio y siempre andas en
la búsqueda, no sé si catalogas lo que haces como street art o ¿cómo lo defines
tú?
HH:
Tienes mucha razón con lo que dices, mira, yo trato de concentrarme en la
pintura, a veces como que catalogar las cosas es complicado, utilizo aerosoles
y me siento muy cercano a las cosas que he aprendido en la calle, como los
tags, las bombas, que me encantan, mas yo no hago ni tags ni bombas, por otro
lado está la banda que hace stencil y los movimienos del street art, pero yo no
me quiero enfocar precisamente en eso, cuando salgo a la calle voy pensando en
pintura, no voy como que diciendo “voy hacer algo que parezca muy street art o
un graffiti”, finalmente para mí es pintura nada más, para mí es un lenguaje
muy válido.
AR:
Háblame más acerca de tu ruptura con la galería, yo por ahí tengo un texto el
cual titulé “La galería: la morgue de las Artes Plásticas” ¿cómo decides ya no
regresar a esta morgue?
HH: Ok,
es importante decir que yo siempre quise ser diseñador, yo nunca me planteé eso
de ¡ah, me voy a dedicar al arte! Yo llegué a la escuela de Artes porque era lo
más cercano al diseño al menos para mí, todo lo contrario a la experiencia de
Evelin (risas de nuevo) la gente que me conoce desde el
comienzo de mi carrera sabe que yo siempre metía letras en mis cuadros, mi
trabajo siempre ha tenido qué ver muchísimo con los cómics, más que con la pintura
tradicional, toda la vida he impreso carteles y stickers, siempre he estado más
cerca de la gráfica del diseño que de otra cosa, así que creo que fue
circunstancial, al igual que Evelin, donde su familia influyó un poco para que
estudiara mejor diseño, de alguna manera en mi caso la situación económica
familiar influyó para que estudiara Artes, entonces, yo siempre metía
letras, discursos, buscaba imágenes que fueran muy fáciles de digerir y aunado
a eso, lo que acabas de decir, que me parece lo más interesante que he oído
este mes, yo creo que la burocracia ha convertido a las galerías en unas
morgues para el arte, los burócratas y la gente que está a cargo de las
instituciones se ha encargado de hacer de ellas los lugares más aburridos, cuando
deberían de ser lugares donde la gente asista y vea qué es lo que están
haciendo los artistas de un lugar, cosas de calidad, más esto no sucede, porque
ha habido una actitud muy pobre en cuanto a la difusión y distribución de los
productos artísticos, por una parte, pero por otra parte también los “artistas”
le han cedido el derecho de la distribución o de la promoción a las
instituciones, lo cual es una cosa estúpida, cuando tú eres el encargado, tú
estás a cargo, tú eres el responsable de lo que pase con tu trabajo.
|
Fotografía: Stephania González |
Eso creo
que debería de ser en el arte, en el periodismo, en cualquier ámbito, al final uno es el responsable,
hay como una especie de paternalismo en eso de pensar de que si las cosas están
mal es porque ellos son unos pendejos y ellos tienen la culpa de todo y no es
cierto, nosotros como creadores somos los responsables de que las cosas que
queremos que ocurran pues ¡que ocurran sin necesidad de ellos! y fue eso, yo
dije: no voy a estar esperando a que me estén dando calendario para exponer, la
última vez que quise exponer no me dejaron pintar directamente en las paredes,
tuve que pintar sobre hojas, imagínate la cantidad de hojas que se tuvieron que
comprar, fue en una exposición que se hizo en 1994, me apoyaron muchísimo eso
sí, fue en la galería principal del Jaime Sabines, pero hubieron una serie de
limitantes que yo ya no quería para mi trabajo y en ese sentido fue mejor la
calle, en la calle soy muy libre, hay otros peligros, limitaciones y asuntos
que hay que resolver pero en lo general es mucho más libre.
|
Fotografía: Stephania González |
AR: A
partir de eso surge La Casa Azul, el encuentro o intercambio de stickers ¿no es
así?
HH: Así
es, el intercambio de stickers que fue mensual durante año y medio, luego lo
dejé porque me enfermé y se dieron otras cosas, finalmente me fui hacia otra
dirección, y ya poniendo un pie en la calle me enfoqué a los soportes públicos
y dejé de estar aspirando a una galería, a una exposición, todo inmediatamente
de una manera natural se comenzó a dar en la calle y yo fui nada más como que
dejándome llevar porque me di cuenta que había gente haciendo stickers, yo hice
varios stickers y pensé ¿por qué no nos reunimos un día en algún lugar? Y el
primer encuentro fue en el parque central y poco a poco nos fuimos juntando,
luego surgió La Casa Azul y organizamos los encuentros acá y como te digo, todo
se fue dando de manera natural.
AR:
¿Algo más que quieras agregar?
HH: Pues
lo mismo que Evelin, yo creo que hay que atreverse y ya basta de estarse
quejando de todo y por todo, es evidente que quienes están a cargo del arte y
la cultura en ocasiones suelen tener una visión muy pobre de lo que esto
implica, ellos sólo son los encargados de un inmueble, ellos no son los
encargados del arte y la cultura realmente, los encargados, los responsables
somos nosotros, la gente, los artistas, los creadores, incluso gente que ni
siquiera produce arte y son grandes promotores, tienen ese don de promover, de
generar, de convocar, entonces tenemos que arrancarle a esta gente un
privilegio que no le corresponde a ellos, le corresponde a la ciudad, a las
paredes… a todos y todas…
Tercera parte y final: La dupla mágica y sideral o la
historia de dos que se hacen uno y se complementan en colores.
AR: ¿Qué
es lo que sucede cuando se juntan, cuándo fue la primera vez que decidieron
unir fuerzas y creatividad para trabajar juntos?
Golosina
Mutante: ¿La primera vez juntos? Uuuuy (risas, risas… de tod@s, sí, sí, de
tod@s) Yo me acuerdo que una vez me invitaste, Hugo, a lo de los monstruos,
creo que fue la primera vez que participe a su lado, ya como artista, recuerdo
que hice el dibujo de una muñequita y luego la pasé a tela, con mi ropa vieja,
la hice pensando en Hugo precisamente, se la traje a regalar y de ahí me invitó
a participar en esa exposición, y ahí fue como que estar en el mismo espacio,
mas eso de pintar juntos… ¿cuándo fue, Hugo?
|
Fotografía: Stephania González |
Hugo Huitzi:
Bueno, eso creo que se dio porque yo estaba haciendo ilustraciones para la
calle y sucedió que un día salimos juntos y fue súper chido, nos dimos cuenta
de que encajábamos bien, podíamos manejar bien la adrenalina juntos, ya de ahí
tratamos de hacer una pinta y nos dimos cuenta que también funcionaba bien,
algo que hicimos con otros compas, un 14 de febrero del 2008 y bueno, conectamos
bien, ella venía también con este discurso de contar cosas con ilustraciones
muy sencillas y ya… nos gustó hacerlo juntos… (risas, risas por doquier)
AR:
Jejeje, por eso lo repiten constantemente…
GM: Sí,
luego él me invitó a pintar aquí en su galería de La Casa Azul y acá estuve
toda una semana metida.
AR:
¿Cómo es el proceso? Se juntan una tarde o se hablan por teléfono y dicen
“¡hey, vamos a intervenir una pared!” o ¿cómo?
GM: Esta
última vez yo vine a saludarlo y él me dijo “¡vienes mañana, ya tengo el spot,
tengo la pintura y tienes que venir mañana a tal hora!” yo como que me asusté
tantito pero luego dije ¡sí, por supuesto que vengo! Cómo le voy a decir que no
y ya nos vimos, al menos yo no tenía ni idea de lo que iba a pintar…
HH: Todo
se dio de manera muy natural, sin planearlo ni nada…
GM: Hugo
siempre ha sido un gran maestro, me ha auxiliado y me ha brindado siempre mucha
confianza, siempre me dice hazle por aquí, o qué tal si hacemos esto y así va
saliendo, salió muy padre, yo la verdad quedé súper contenta con esta vez que
pintamos.
HH:
Además somos complicados con el mundo pero entre nosotros nos entendemos muy
bien, no porque seamos sangrones, sino que yo creo que tenemos una manera
distinta de convivir, de relacionarnos con las demás personas, de hecho antes
de la entrevista lo estábamos platicando, le decía “es que Evelin, a lo mejor
tú y yo somos super excéntricos y no nos hemos dado cuenta” y bueno, eso nos
hace sentir complementados, por ejemplo, cuando yo estoy con ella no me siento
tan inquieto o incómodo como cuando salgo con una chica y siento que no se va a
divertir conmigo o me va a decir “ay ¿eres grafitero?” (sí, más risas) en
cambio con ella podemos hacer y platicar varias cosas, entonces yo me siento
muy atraído por eso, es padrísimo, como otra parte complementaria de mí; ella
dice que yo le he enseñado mucho, pero yo siento que ya estamos en un punto en
el que es completamente al revés, siento que ella ya va por su cuenta y voy
viendo lo que hace y me siento influenciado y entusiasmado por lo que va
creando, es una retroalimentación entre amigos muy cercanos, de hermanos, de
alumno y maestro, de hecho ya no se sabe quién es el alumno y quién el maestro,
eso siento.
GM: No
es cierto, jejeje… no, para mí Hugo siempre va a ser un maestro y mi amigo,
siempre lo he dicho, es mi mentor, maestro y amigo, siempre lo voy a seguir, es
la mejor influencia que he tenido como artista y también personal.
HH:
¡Imagínate cómo está la pobre! (Ris... ya saben, ya sabemos)
|
Fotografía: Stephania González |
GM: No,
no, a pesar de la loquera de los dos, moralmente también es una gran fortaleza
para mí, siempre tiene buenos consejos de amigo.
HH: Yo
creo que eso es algo que debería de suceder más entre creadores, tristemente a
veces somos buenos sólo para aventarnos pestes unos entre otros y yo creo que
le hace falta a México, ya queriéndome meter a un panorama nacional, este tipo
de vínculos, estos acuerdos, a lo mejor ni siquiera tenemos tanto en común, y eso
que te estamos diciendo que hay mucha empatía y todo eso, pero en otras cosas
somos totalmente diferentes, seguramente tenemos opiniones bien distintas y
hasta contrariadas en otras cosas, yo soy cristiano por ejemplo y ella… creo que es atea o no sé…
GM: No,
de hecho sí creo aunque no me gusta estar en ninguna congregación aunque sí las
respeto.
HH: A
eso me refiero, somos de opiniones distintas.
GM: O
por ejemplo que yo a veces lo quiero invitar a cotorrear a las tocadas, porque
a mí me siguen gustando y él ya no quiere, pero pues no se puede tener todo.
HH:
Bueno, es esta cosa que te digo de que no tenemos que estar de acuerdo en todo,
pero en lo que estamos de acuerdo vamos en la misma dirección y con mucho
respeto, tratando de aportarnos algo, de obtener algo de manera muy pura, muy
natural y pienso que en general nos ha hecho mucha falta a todos como
creadores, nos hemos convertido como en una sucursal de los juzgados, diciendo
quién está mal, quien está haciendo tal cosa y eso, es decir, está bien, hay
que opinar de todo pero siento que nos
han hecho falta estos acuerdos; nosotros llegamos al muro, ni siquiera tenemos
planeado lo que vamos a pintar… mira, yo por eso pinto generalmente solo, porque canso a la gente,
soy súper puntual, súper metódico, extremadamente metódico y llevo de todo,
primeros auxilios, comida, agua, llevo toda la pintura necesaria y ella…
(jajejijoju) por el contario, es impuntual, es más relajada…
|
Fotografía: Stephania González |
Antonio R: Ella
tiene la chispa y eso…
HH:
Exacto, justamente ahí es donde hacemos un complemento, nunca hemos discutido a
la hora de hacer un muro, o a la hora de hacer engrudos, nos hemos pasado
tardes enteras haciendo muros y luego buscamos más calle para pintar, todo va
fluyendo, yo entiendo que ella lo hace a su manera, ella entiende que yo lo
hago a mi ritmo y llegamos a un engranaje chido donde podemos hacer buenas
cosas para la calle.
GM: Luego
a mí me pone nerviosa porque le tengo un gran respeto a su gráfica pero también
si no me animo, si no me atrevo, no sale.
HH: A
ver, a ver, que quede claro, yo nunca he llegado con una posición de super star
siempre llego con la disposición de aprender… o sea, a mí me cuesta trabajo
socializar, desde niño me ha costado relacionarme con las personas, por eso no
me gusta salir pues no lo disfruto, he entendido que así como se tienen puntos
débiles también se tienen otros a favor, y que si llegas como la divina garza o
yo soy muy fregón, pues no pasa nada mágico, lo digo con honestidad, yo estoy
muy entusiasmado por querer seguir aprendiendo y ella es alguien que me aporta
muchísimo, al igual que tú y todos, por ejemplo, cuando estoy en el face estoy
como que aspirando, percibiendo, todos me van aportando cosas y siempre todo con los pies en
la tierra.
AR: Sí,
luego los egos inflados de más como que friegan la obra, el trabajo en
conjunto, mas entre ustedes se ve, se respira, en la obra de ustedes juntos se
transmite esa química chingona, son una dupla mágica y chingona, sigan haciendo
estas colaboraciones, ahora me entero de que estarán en un festival de street art en San
Cristóbal.
GM:
Siempre voy a querer hacer cosas con él, siempre voy a querer trabajar a su
lado y sí, nos vamos a San Cristóbal en noviembre… por ahí nos estaremos viendo también…
HH: Por supuesto, lo seguiremos
haciendo, espero que podamos hacer algo más juntos antes de ir a Sancris pero si
no pues estaremos por allá junto a más banda que de seguro también harán cosas
así bien chidas.
GM:
¿Sabes? cuando conocí a Hugo yo era casi una niña, entonces para mí es como un sueño que él diga que yo
estoy a la par de él, que me considere colega y eso, cuando a él yo lo veía
como muy lejos en cuanto al trabajo y ahora nos vemos más cercanos, claro, con
mucho respeto y la misma admiración de siempre.
AR: Pues
que chido, sigan haciendo cosas creativas juntos, a mí me late su obra por
separado y disfruto más cuando unen fuerzas, suceden cosas chingonas. Gracias por
esta plática tan vivificante. Algo que quieran decir ya para despedirnos…
|
Fotografía: Stephania González |
GM: No
pues gracias a ustedes, a la editorial, y qué bueno que les guste lo que
hacemos y que les transmita esa fuerza, esa energía que irradia y eso es lo que
a mí me hace sentir muy bien, el saber que también hay más gente que lo aprecia
y lo disfruta, todos somos parte de la misma onda al final de cuentas.
HH:
Igual, gracias por tomarnos en cuenta, fue poca madre, la entrevista doble pack
fue una experiencia bien chida y nos la pasamos muy bien, y qué bueno que lo
que hacemos sea de su interés.
Y también en:
También en:
Y acá también:
|
Fotografía: Stephania González |