lunes, 2 de diciembre de 2013

Poemas que caen como bikinis en la arena

(o de la poesía como medio para abrirte y mostrar el alma a flor de piel)

Entrevista a Karen Dianne Padilla
Por Antonio Reyes

esto, esto es un pezón
lo demás es hipocresía

yo a diferencia de las demás
escondo mis talones
porque siendo los que me sostienen
en ellos radica todo mi pudor

Karen Dianne



Conozco a Karen Dianne desde hace años. La primera vez que la vi fue en la calle, yo iba a leer a Acayucan, Veracruz y le regalé mi noveleta “Hiato”, la de la portada que fue censurada por vari@s intelectualoides. “Qué buena portada”, exclamó. Ella estaba con el Sensei Luis Daniel Pulido, quien me la presentó como una lectora voraz. Tiempo después supe que había asesorado y corregido los libros de mis camaradas Javier Toledo y el mismo Pulido: “Sidonia” y “Pollito Cards”, respectivamente, editados en la colección Boca del Cielo, del UNICACH. La amistad siguió, me compró libros usados, le ayudé a cambiarse de casa y algunas ocasiones convivimos los 4: Ella, Pulido, Toledo y yo, encuentros que siempre fueron gratos, llenos de pláticas acerca de escritores, libros y arte, donde la mordacidad y su inherente capacidad analítica siempre salía a la luz. Ahora tiene un chingón poemario, editado por René Morales en su editorial Public Pervert. Un poemario que me ha golpeado el espíritu, característica que, en lo personal, es requisito vital para que la poesía sea, aunque efímera [y quizá por eso] trascendente, re-configurativa.
    Esta es su entrevista. Esta es la charla con una escritora que, aunque tenga miedo al bikini, se lo quita y nos los restriega valerosa a todos en la cara (o quizá por eso se lo quita, para mostrarnos qué hay más allá de una vez por todas, enseñándonos así su alma)

Antonio Reyes: ¿Por qué “Miedo al bikini”?

Karen Dianne: Híjole… me vino un día que estaba leyendo una revista de esas que leemos las mujeres, de glamour y esas cosas, de pronto comienzo a analizar que el aspecto es muy importante para nosotras y creo que muchas mujeres prefieren lucir bien un bikini que ser inteligentes o tener otro tipo de cualidades, entonces caigo en la cuenta de que el bikini es una prenda casi metafísica, como algo que va más allá de lo que oculta, la prenda en sí implica mucho más… la mujer le tiene mucho miedo a la celulitis, a mostrarse, creo que a veces la mujer le tiene más miedo a lucir bien un bikini que a estar desnuda y bueno, el libro que me publica René Morales en Public Pervert habla de mí, de mis conflictos, de mi vida, yo le tenía mucho miedo al bikini, por eso le puse así…

A.R.: ¿Por qué hacer poesía?

K.D.: Tú estuviste en la presentación, recordarás que ahí comenté que yo estaba escribiendo narrativa, trabajo de hecho en una novela desde hace tiempo y que no termino y es probable que nunca la termine, porque me doy cuenta que se me dificulta mucho escribir narrativa, porque yo no tengo una estructura tal cual y la narrativa es, para mí, totalmente estructura, antes de tener la trama, el argumento y los personajes debe de estar ya estructurada, y un día leyendo poesía, siempre he leído poesía, me gusta mucho, me di cuenta de que ese era quizá el medio por el cual yo podía expresar lo que sentía; todos los poemas que están en este libro los comencé a escribir en el 2005, 2006, eran como pequeñas viñetas y luego les fui dando más forma, empezando con el que habla acerca de la muerte de mi mamá, me gusta ese tipo de poesía intimista, un poco narcisista, porque retomo mucho de mi vida al escribir, eso me interesaba, mostrarme y no esconderme detrás, porque siento que al escribir narrativa estaba haciendo eso, tratando de esconderme y en la poesía no, ahí te abres de canal, eso es lo que me gusta, la valentía de eso, es más audaz y se requiere de más valor para escribir poesía, sobre todo cuando es tan autobiográfica.

A.R.: ¿Cuándo, cómo, por qué comienzas a escribir?

K.D.: Híjole… no sé… yo fui una niña lectora, desde muy pequeña me han gustado mucho los libros y comencé a escribir como a los 16 años creo, fue cuando dije “ah, a lo mejor soy escritora” pero siempre me faltó la disciplina, porque para ser escritor considero que se necesita ser muy disciplinado y esas ganas de quemar tu vida, algo que yo he postergado, porque veo que las personas que sobresalen en esto dejan muchas cosas atrás, sacrifican mucho y la verdad yo nunca he tenido el valor de hacerlo, y bueno, empecé así, creo que no hay un lector que no haya fantaseado en algún momento con escribir y ya el hecho que lo lleves a cabo, bueno, en mi caso, tuvo mucho qué ver con las personas que me rodeaban, conozco a muchos escritores, tengo muchos amigos poetas, artistas, ellos fueron los que de alguna manera me contagiaron y comencé a escribir.

A.R.: ¿Qué opinas de las editoriales independientes?

K.D.: Tengo como que sentimientos encontrados con respecto a las editoriales… independientes, que les llaman… mira, alguna vez platicábamos con el poeta Luis Daniel Pulido, no sé cómo llegamos a la conclusión de que auto editarse era como masturbarse y para un escritor auto editarse es como permanecer célibe. Pierdes la virginidad, por así decirlo, el día que alguien más te publica, te edita un libro… es que ese término de “independiente” es como raro, porque al final de cuentas todas son independientes, creo yo, quizá quede mejor underground… y no digo que auto publicarse, auto editarse esté mal, porque hay muchísimas cosas que merecen la pena hacerlo así, también depende mucho del criterio del dueño de la editorial; luego también hay muchas cosas que no merecen la pena ser publicadas… por eso tengo sentimientos encontrados, aunque claro, estas editoriales tienen su función y son importantes, además que yo trabajo en la editorial de la UNICACH, una editorial universitaria y es ahí donde me he podido dar cuenta de que hay muchísimas personas queriendo publicar y no hay espacios, por eso es bueno, por los espacios que este tipo de editoriales generan, pues ya sabemos que los espacios oficiales los tienen ocupados tantos hijos, ahijados, comadres y demás de los encargados de los mismos.

A.R.: En lo personal, considero que en Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez específicamente, hay pocas mujeres escritoras, Berona Teomitzi, Nadia Villafuerte, tú… y ya… párale de contar… ¿qué opinas de esto, a qué crees que se debe?

K.D.: Fíjate que en algún momento llegué a pensar algo similar, que mis gustos literarios, de hecho, eran muy machistas, porque no recuerdo… la verdad te mentiría si te dijera que he leído escritoras chiapanecas actualmente, creo que a la única escritora que he leído  y que me gusta muchísimo es Nadia Villafuerte, narradora sobre todo, y que bueno, ella ya está en otro nivel, ya está en el DF y ya de ahí… no hay más para mí, así como tú dices… y no sólo tiene qué ver con el hecho de que no haya canales para las mujeres, siento que tiene que ver con cierto temperamento a lo mejor, la verdad es que no comparto la postura de la mayoría de las mujeres poetas de acá que he leído. No sé, es una pregunta muy complicada (risas) Siento que debo leer más, no leo de hecho tanta literatura chiapaneca, honestamente, sí leo mucho pero no a tantos chiapanecos, ni mujeres ni hombres, es decir, he leído a Pulido, a ti, a Javier Toledo y me gustan, pero hasta ahí.

A.R.: ¿Qué viene para Karen Dianne?

K.D.: Pues tengo más poemas, quiero seguir trabajándolos, tengo como 60, 70 poemas y con ellos hacer un libro más grande, seguir con mi novela.

A.R: Algún mensaje o comentario final.

K.D.: No, ninguno… lean… vivan… y ya…



Puedes conseguir “Miedo al bikini” en “El Botadero de Sophia”, ubicado en la 6ª pte entre 2ª y 3ª sur, dentro de Caleydoscopio Gt.

domingo, 20 de octubre de 2013

Entrevista Doble Pack en 3 partes: Golosina Mutante y Hugo Huitzi


Por Antonio Reyes

Fotografía: Stephania González


Ya íbamos retrasados. La tarde se difuminaba en las nubes con colores vivos. “Qué chido” pensé, “una tarde ad hoc de colores vivos y sorprendentes para una entrevista colorida, esto pinta bien”. En los andadores del Río Sabinal hay una gran variedad de graffitis, de distintos crews de la ciudad. Gritos de colores en muros que tal vez ya se caen, de casas abandonadas y otras más aun habitadas. La ciudad grita policromía. Las paredes gritan hastío, alegría, consignas, discursos. Las paredes gritan juventud, desafío, enojo, aventura… esperanza. “Paredes limpias, mentes vacías” entonaban a finales de los noventas la Eskamoza (¿o fue a principios del 2000?) legendaria y mítica banda punk, ya de culto, de Tuxtla Gutiérrez… Nación Tuxtlanauta… Tuxtla Mutante…
    Llegamos a La Casa Azul. Fotógrafa y entrevistador. Afuera estaba ella: Evelin, La Golosina Mutante. Entrando al local estaba él: Hugo Huitzi. Yo no sé de fotografía pero en mi mente siempre guardo instantáneas. Flashazos que me quedan grabados cual viñetas o polaroids en mi memoria. Congelé ese momento: ella acomodaba su bicicleta bimex y su rostro esbozó una amplia sonrisa, la de siempre, esa sonrisa que invita a caminar por las calles y parlar y pintar los muros y perderse por ahí y rayar paredes; él tenía ya una pierna dentro de la casa cuando volteó y nos observó, también su sonrisa, su movimiento de cabeza de “Hey, what´s up!”. Click: ahí tomé la foto en mi mente. Nos saludamos y les expliqué algo de una entrevista Doble Pack, luego me subí en la bicicleta y me puse a dar una vuelta mientras Stephania hablaba con ellos, me gusta relajarme antes de entrevistar a alguien. Cuando regresé, comenzamos esta entrevista llena de magia y colores.


Primera Parte: De dulces siderales y golosinas mutantes o la historia de una diseñadora que quería ser artista visual… y lo es… viceversa y todo lo contrario…

Antonio Reyes: Háblame de tus inicios en las artes visuales.

Golosina Mutante: A mí siempre me ha gustado mucho dibujar, desde pequeña, me gustaba mucho dibujar personajes de caricaturas,  y bueno, me siguen gustando aun las caricaturas, pero ya así como que agarrarlo de profesión fue un poco antes de comenzar a estudiar Diseño, cuando conocí a Hugo Huitzi; una vez iba caminando por la UNICACH y había una exposición de él, entré y vi que era él, ya lo había visto una vez por ahí en la calle con un tipo que llevaba los pelos de verde, y yo dije: “¡qué es eso!” porque eran los noventas y esas cosas llamaban la atención (risas de tod@s) entonces entré a la exposición y lo estaban entrevistando, me entero que él era el artista, el autor de esa ocasión y estaba exponiendo unos muebles pintados, algo así como arte objeto y también algo de pintura, con colores bien padres, verdes, morados y vi las obras y pensé que yo quería hacer eso, hacer algo así, después una amiga me lo presentó y le pregunté dónde estudiaba, él me contestó que había estudiado en Xalapa así que decidí irme a estudiar allá, yo quería estudiar Artes Visuales y mi papá me sugirió que estudiara Diseño, por la cuestión de que sería más redituable y bueno, ahí adquirí esa formación más comercial, sin embargo, nunca perdí ese perfil artístico en mi afán de querer ser más libre en cuanto a creación, porque el diseño conlleva mucho más estructura. Y así comencé.


Fotografía: Stephania González
AR: ¿Cómo te renuevas en cada proyecto que realizas?

GM: Bueno, en mi caso es siempre una experimentación, fíjate que al principio yo realmente tenía la idea de ser como Van Gogh, estar en galerías y exponer como Hugo y esas cuestiones, aunque luego al ver que Huitzi se mueve bien en las calles en cuanto a su arte, en cuanto a sus creaciones, me llamó la atención; recuerdo que estando en la universidad en Xalapa hice unos stenciles y me metieron a la cárcel porque rayé una propiedad federal (más risas) entonces decidí no hacer más stencil y cuando regresé a Tuxtla hice unos engrudos y los pegué en las paredes de acá, luego vi que Hugo también, entonces comencé a vislumbrar que lo más chido para expresión estaba en la calle, luego mis dibujos de la escuela, los que hacía, los traspasé a tela, después a papel para pegarlos en las paredes, para adornar las calles, ahora ya tengo mi código que es el de pintar las bardas que están abandonadas, las que están feas o en las que te dan permiso, así como que ilegal pero legal, ja! 


Fotografía: Stephania González
AR: Digamos entonces que tu propuesta es lúdica y más libre en cuanto a expresión.

GM: Sí, totalmente, es 100 por ciento diversión y liberación, yo lo hago porque me hace sentir libre, cuando pego los engrudos es mucha la adrenalina la que siento y cuando termino me quedo así como con ganas de más, quiero más y es una manera de salir a divertirse. Hago también muñecos, juguetes, engrudos, paletas y golosinas mutantes. También hago algo de fan art con playeras, como un encargo que me hicieron del personaje Mia Wallace de Pulp Fiction en una playera y pues tiene como que mi toque, mi estilo, me late y aquí entra también lo redituable pues se venden, mas no dejaré de hacer mis propios personajes.



AR: Algún mensaje, consigna o slogan irreverente.

GM: A l@s creador@s, que se atrevan a crear, que se atrevan a hacerlo porque a veces uno es muy tímido, a mí me ha pasado, cuando Hugo me invitaba a pintar sentía que no iba a dar la talla, cosas así, pero pues hay que atreverse, hacerlo y no parar porque si no la mano se oxida y se oxida también el alma, hacerlo frecuentemente te libera y al menos para mí es terapéutico también, no es que quiera yo hacerme millonaria pintando, ni famosa, es más bien una satisfacción interna, cuando pasas y ves tu dibujo en alguna pared, te sientes bien, porque ya sacaste ahí esa necesidad de decir algo. ¡Atrévanse!





Segunda parte: De la libertad que se encuentra en la calle y de las morgues que son ahora las galerías y los museos o la historia de un artista visual que quería ser diseñador… y lo es… viceversa y todo lo contrario…

Antonio Reyes: ¿Cómo comenzaste tu aventura con las artes visuales, con tu forma de expresarte?

Hugo Huitzi: Pues a mí me gustaron siempre los comics, fue algo similar a lo de Evelin con las caricaturas, creo que esencialmente la ilustración fue algo que siempre nos gustó muchísimo, entonces comencé a estudiar Artes Visuales, a pintar y al mismo tiempo estaba muy involucrado con la cultura punk y algunos movimientos underground que me entusiasmaban mucho, como los fanzines, los sticker, que de toda la vida me han tenido bien atrapado, eran como soportes adecuados para poder plasmar las inquietudes que tenía en el arte, la pintura y la ilustración. Y bueno, transcurrió la historia haciendo un montón de cosas con un montón de gente todo el tiempo, y yo siento que fue hasta el momento que quise hacer ilustraciones más grandes, comencé a pintar cuadros muy grandes los cuales eran muy difíciles de transportar y además yo sentía que aunque fueran muy grandes pues me quedaban chicos, tenía ganas de hacer cosas en formatos muy grandes pero sobre todo, lo que me llevó a la calle, fue que ya estaba cuestionando mucho la dinámica de la galería, sujetarse a los tiempos de la galería, yo que nunca me he podido sujetar casi a nada y en la calle obvio eres mucho más libre… siempre lo había hecho, siempre había puesto stenciles, ya había pintado cosas en la calle, de pronto dije: este año sólo voy hacer cosas para la calle y ¡pum! sentí una libertad tremenda, lo disfrute, lo sigo disfrutando tanto que he quedado atrapado por los discursos que puedes manejar y cómo la gente los recibe de una manera mucho más directa, me queda claro que no somos un país de lectores y por desgracia tampoco somos un país de gente que acostumbre ir a los museos y las galerías, entonces está muy padre poder sacar esto de esta manera, es enriquecedor no sólo para mí como creador sino que creo que le transmites algo bueno a la gente.

Fotografía: Stephania González



AR: No haces el típico graffiti, ya tienes un estilo propio y siempre andas en la búsqueda, no sé si catalogas lo que haces como street art o ¿cómo lo defines tú?

HH: Tienes mucha razón con lo que dices, mira, yo trato de concentrarme en la pintura, a veces como que catalogar las cosas es complicado, utilizo aerosoles y me siento muy cercano a las cosas que he aprendido en la calle, como los tags, las bombas, que me encantan, mas yo no hago ni tags ni bombas, por otro lado está la banda que hace stencil y los movimienos del street art, pero yo no me quiero enfocar precisamente en eso, cuando salgo a la calle voy pensando en pintura, no voy como que diciendo “voy hacer algo que parezca muy street art o un graffiti”, finalmente para mí es pintura nada más, para mí es un lenguaje muy válido.

AR: Háblame más acerca de tu ruptura con la galería, yo por ahí tengo un texto el cual titulé “La galería: la morgue de las Artes Plásticas” ¿cómo decides ya no regresar a esta morgue?

HH: Ok, es importante decir que yo siempre quise ser diseñador, yo nunca me planteé eso de ¡ah, me voy a dedicar al arte! Yo llegué a la escuela de Artes porque era lo más cercano al diseño al menos para mí, todo lo contrario a la experiencia de Evelin (risas de nuevo) la gente que me conoce desde el comienzo de mi carrera sabe que yo siempre metía letras en mis cuadros, mi trabajo siempre ha tenido qué ver muchísimo con los cómics, más que con la pintura tradicional, toda la vida he impreso carteles y stickers, siempre he estado más cerca de la gráfica del diseño que de otra cosa, así que creo que fue circunstancial, al igual que Evelin, donde su familia influyó un poco para que estudiara mejor diseño, de alguna manera en mi caso la situación económica familiar influyó para que estudiara Artes, entonces, yo siempre metía letras, discursos, buscaba imágenes que fueran muy fáciles de digerir y aunado a eso, lo que acabas de decir, que me parece lo más interesante que he oído este mes, yo creo que la burocracia ha convertido a las galerías en unas morgues para el arte, los burócratas y la gente que está a cargo de las instituciones se ha encargado de hacer de ellas los lugares más aburridos, cuando deberían de ser lugares donde la gente asista y vea qué es lo que están haciendo los artistas de un lugar, cosas de calidad, más esto no sucede, porque ha habido una actitud muy pobre en cuanto a la difusión y distribución de los productos artísticos, por una parte, pero por otra parte también los “artistas” le han cedido el derecho de la distribución o de la promoción a las instituciones, lo cual es una cosa estúpida, cuando tú eres el encargado, tú estás a cargo, tú eres el responsable de lo que pase con tu trabajo. 



Fotografía: Stephania González


Eso creo que debería de ser en el arte, en el periodismo, en cualquier ámbito, al final uno es el responsable, hay como una especie de paternalismo en eso de pensar de que si las cosas están mal es porque ellos son unos pendejos y ellos tienen la culpa de todo y no es cierto, nosotros como creadores somos los responsables de que las cosas que queremos que ocurran pues ¡que ocurran sin necesidad de ellos! y fue eso, yo dije: no voy a estar esperando a que me estén dando calendario para exponer, la última vez que quise exponer no me dejaron pintar directamente en las paredes, tuve que pintar sobre hojas, imagínate la cantidad de hojas que se tuvieron que comprar, fue en una exposición que se hizo en 1994, me apoyaron muchísimo eso sí, fue en la galería principal del Jaime Sabines, pero hubieron una serie de limitantes que yo ya no quería para mi trabajo y en ese sentido fue mejor la calle, en la calle soy muy libre, hay otros peligros, limitaciones y asuntos que hay que resolver pero en lo general es mucho más libre.



Fotografía: Stephania González
AR: A partir de eso surge La Casa Azul, el encuentro o intercambio de stickers ¿no es así?

HH: Así es, el intercambio de stickers que fue mensual durante año y medio, luego lo dejé porque me enfermé y se dieron otras cosas, finalmente me fui hacia otra dirección, y ya poniendo un pie en la calle me enfoqué a los soportes públicos y dejé de estar aspirando a una galería, a una exposición, todo inmediatamente de una manera natural se comenzó a dar en la calle y yo fui nada más como que dejándome llevar porque me di cuenta que había gente haciendo stickers, yo hice varios stickers y pensé ¿por qué no nos reunimos un día en algún lugar? Y el primer encuentro fue en el parque central y poco a poco nos fuimos juntando, luego surgió La Casa Azul y organizamos los encuentros acá y como te digo, todo se fue dando de manera natural.


AR: ¿Algo más que quieras agregar?


HH: Pues lo mismo que Evelin, yo creo que hay que atreverse y ya basta de estarse quejando de todo y por todo, es evidente que quienes están a cargo del arte y la cultura en ocasiones suelen tener una visión muy pobre de lo que esto implica, ellos sólo son los encargados de un inmueble, ellos no son los encargados del arte y la cultura realmente, los encargados, los responsables somos nosotros, la gente, los artistas, los creadores, incluso gente que ni siquiera produce arte y son grandes promotores, tienen ese don de promover, de generar, de convocar, entonces tenemos que arrancarle a esta gente un privilegio que no le corresponde a ellos, le corresponde a la ciudad, a las paredes… a todos y todas…





Tercera parte y final: La dupla mágica y sideral o la historia de dos que se hacen uno y se complementan en colores.

 AR: ¿Qué es lo que sucede cuando se juntan, cuándo fue la primera vez que decidieron unir fuerzas y creatividad para trabajar juntos?

Golosina Mutante: ¿La primera vez juntos? Uuuuy (risas, risas… de tod@s, sí, sí, de tod@s) Yo me acuerdo que una vez me invitaste, Hugo, a lo de los monstruos, creo que fue la primera vez que participe a su lado, ya como artista, recuerdo que hice el dibujo de una muñequita y luego la pasé a tela, con mi ropa vieja, la hice pensando en Hugo precisamente, se la traje a regalar y de ahí me invitó a participar en esa exposición, y ahí fue como que estar en el mismo espacio, mas eso de pintar juntos… ¿cuándo fue, Hugo?

Fotografía: Stephania González


 Hugo Huitzi: Bueno, eso creo que se dio porque yo estaba haciendo ilustraciones para la calle y sucedió que un día salimos juntos y fue súper chido, nos dimos cuenta de que encajábamos bien, podíamos manejar bien la adrenalina juntos, ya de ahí tratamos de hacer una pinta y nos dimos cuenta que también funcionaba bien, algo que hicimos con otros compas, un 14 de febrero del 2008 y bueno, conectamos bien, ella venía también con este discurso de contar cosas con ilustraciones muy sencillas y ya… nos gustó hacerlo juntos… (risas, risas por doquier)

AR: Jejeje, por eso lo repiten constantemente…

GM: Sí, luego él me invitó a pintar aquí en su galería de La Casa Azul y acá estuve toda una semana metida.

AR: ¿Cómo es el proceso? Se juntan una tarde o se hablan por teléfono y dicen “¡hey, vamos a intervenir una pared!” o ¿cómo?

GM: Esta última vez yo vine a saludarlo y él me dijo “¡vienes mañana, ya tengo el spot, tengo la pintura y tienes que venir mañana a tal hora!” yo como que me asusté tantito pero luego dije ¡sí, por supuesto que vengo! Cómo le voy a decir que no y ya nos vimos, al menos yo no tenía ni idea de lo que iba a pintar…

HH: Todo se dio de manera muy natural, sin planearlo ni nada…

GM: Hugo siempre ha sido un gran maestro, me ha auxiliado y me ha brindado siempre mucha confianza, siempre me dice hazle por aquí, o qué tal si hacemos esto y así va saliendo, salió muy padre, yo la verdad quedé súper contenta con esta vez que pintamos.

HH: Además somos complicados con el mundo pero entre nosotros nos entendemos muy bien, no porque seamos sangrones, sino que yo creo que tenemos una manera distinta de convivir, de relacionarnos con las demás personas, de hecho antes de la entrevista lo estábamos platicando, le decía “es que Evelin, a lo mejor tú y yo somos super excéntricos y no nos hemos dado cuenta” y bueno, eso nos hace sentir complementados, por ejemplo, cuando yo estoy con ella no me siento tan inquieto o incómodo como cuando salgo con una chica y siento que no se va a divertir conmigo o me va a decir “ay ¿eres grafitero?” (sí, más risas) en cambio con ella podemos hacer y platicar varias cosas, entonces yo me siento muy atraído por eso, es padrísimo, como otra parte complementaria de mí; ella dice que yo le he enseñado mucho, pero yo siento que ya estamos en un punto en el que es completamente al revés, siento que ella ya va por su cuenta y voy viendo lo que hace y me siento influenciado y entusiasmado por lo que va creando, es una retroalimentación entre amigos muy cercanos, de hermanos, de alumno y maestro, de hecho ya no se sabe quién es el alumno y quién el maestro, eso siento.

GM: No es cierto, jejeje… no, para mí Hugo siempre va a ser un maestro y mi amigo, siempre lo he dicho, es mi mentor, maestro y amigo, siempre lo voy a seguir, es la mejor influencia que he tenido como artista y también personal. 

HH: ¡Imagínate cómo está la pobre! (Ris... ya saben, ya sabemos)

Fotografía: Stephania González


GM: No, no, a pesar de la loquera de los dos, moralmente también es una gran fortaleza para mí, siempre tiene buenos consejos de amigo.

HH: Yo creo que eso es algo que debería de suceder más entre creadores, tristemente a veces somos buenos sólo para aventarnos pestes unos entre otros y yo creo que le hace falta a México, ya queriéndome meter a un panorama nacional, este tipo de vínculos, estos acuerdos, a lo mejor ni siquiera tenemos tanto en común, y eso que te estamos diciendo que hay mucha empatía y todo eso, pero en otras cosas somos totalmente diferentes, seguramente tenemos opiniones bien distintas y hasta contrariadas en otras cosas, yo soy cristiano por ejemplo  y ella… creo que es atea o no sé…

GM: No, de hecho sí creo aunque no me gusta estar en ninguna congregación aunque sí las respeto. 

HH: A eso me refiero, somos de opiniones distintas. 

GM: O por ejemplo que yo a veces lo quiero invitar a cotorrear a las tocadas, porque a mí me siguen gustando y él ya no quiere, pero pues no se puede tener todo. 

HH: Bueno, es esta cosa que te digo de que no tenemos que estar de acuerdo en todo, pero en lo que estamos de acuerdo vamos en la misma dirección y con mucho respeto, tratando de aportarnos algo, de obtener algo de manera muy pura, muy natural y pienso que en general nos ha hecho mucha falta a todos como creadores, nos hemos convertido como en una sucursal de los juzgados, diciendo quién está mal, quien está haciendo tal cosa y eso, es decir, está bien, hay que opinar de todo pero siento  que nos han hecho falta estos acuerdos; nosotros llegamos al muro, ni siquiera tenemos planeado lo que vamos a pintar… mira, yo por eso pinto  generalmente solo, porque canso a la gente, soy súper puntual, súper metódico, extremadamente metódico y llevo de todo, primeros auxilios, comida, agua, llevo toda la pintura necesaria y ella… (jajejijoju) por el contario, es impuntual, es más relajada…


Fotografía: Stephania González
Antonio R: Ella tiene la chispa y eso…

HH: Exacto, justamente ahí es donde hacemos un complemento, nunca hemos discutido a la hora de hacer un muro, o a la hora de hacer engrudos, nos hemos pasado tardes enteras haciendo muros y luego buscamos más calle para pintar, todo va fluyendo, yo entiendo que ella lo hace a su manera, ella entiende que yo lo hago a mi ritmo y llegamos a un engranaje chido donde podemos hacer buenas cosas para la calle.

GM: Luego a mí me pone nerviosa porque le tengo un gran respeto a su gráfica pero también si no me animo, si no me atrevo, no sale. 

HH: A ver, a ver, que quede claro, yo nunca he llegado con una posición de super star siempre llego con la disposición de aprender… o sea, a mí me cuesta trabajo socializar, desde niño me ha costado relacionarme con las personas, por eso no me gusta salir pues no lo disfruto, he entendido que así como se tienen puntos débiles también se tienen otros a favor, y que si llegas como la divina garza o yo soy muy fregón, pues no pasa nada mágico, lo digo con honestidad, yo estoy muy entusiasmado por querer seguir aprendiendo y ella es alguien que me aporta muchísimo, al igual que tú y todos, por ejemplo, cuando estoy en el face estoy como que aspirando, percibiendo, todos me van aportando cosas y siempre todo con los pies en la tierra.

AR: Sí, luego los egos inflados de más como que friegan la obra, el trabajo en conjunto, mas entre ustedes se ve, se respira, en la obra de ustedes juntos se transmite esa química chingona, son una dupla mágica y chingona, sigan haciendo estas colaboraciones, ahora me entero de que estarán en un festival de street art en San Cristóbal.

GM: Siempre voy a querer hacer cosas con él, siempre voy a querer trabajar a su lado y sí, nos vamos a San Cristóbal en noviembre… por ahí nos estaremos  viendo también…

HH: Por supuesto, lo seguiremos haciendo, espero que podamos hacer algo más juntos antes de ir a Sancris pero si no pues estaremos por allá junto a más banda que de seguro también harán cosas así bien chidas. 

GM: ¿Sabes? cuando conocí a Hugo yo era casi una niña, entonces  para mí es como un sueño que él diga que yo estoy a la par de él, que me considere colega y eso, cuando a él yo lo veía como muy lejos en cuanto al trabajo y ahora nos vemos más cercanos, claro, con mucho respeto y la misma admiración de siempre.

AR: Pues que chido, sigan haciendo cosas creativas juntos, a mí me late su obra por separado y disfruto más cuando unen fuerzas, suceden cosas chingonas. Gracias por esta plática tan vivificante. Algo que quieran decir ya para despedirnos…

Fotografía: Stephania González


GM: No pues gracias a ustedes, a la editorial, y qué bueno que les guste lo que hacemos y que les transmita esa fuerza, esa energía que irradia y eso es lo que a mí me hace sentir muy bien, el saber que también hay más gente que lo aprecia y lo disfruta, todos somos parte de la misma onda al final de cuentas.

HH: Igual, gracias por tomarnos en cuenta, fue poca madre, la entrevista doble pack fue una experiencia bien chida y nos la pasamos muy bien, y qué bueno que lo que hacemos sea de su interés.




Si quieres contactar, saber más de Golosina Mutante y ver lo que hace, checa en: https://www.facebook.com/golosina.mutante?fref=ts
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Fotografía: Stephania González








jueves, 19 de septiembre de 2013

El erotismo a la chiapaneca de Astrid Breiter.

Por Antonio Reyes

“… si haces lo que a la gente le agrada pues no avanzas, no creces como individuo ni como artista, los grandes científicos, los y las grandes artistas nunca se han detenido sólo porque a la gente no le gustan sus ideas, sus propuestas y les llaman locos, locas, al final la mayoría termina dándoles la razón, uno no se va a detener sólo porque la gente no quiere o no le gusta lo que uno hace…  no voy a dejar que se me censure por tonterías…”




Astrid Breiter es una artista plástica ya consolidada y activa dentro del ambiente de las artes visuales en Chiapas y por ende, en Tuxtla Gutiérrez. Su obra manifiesta un sentir y una tendencia que se sustenta en lo erótico, en la sensualidad y sensibilidad de lo femenino desde lo marginal. Originalidad y experimentación se observan en sus ilustraciones y esa carga erótica atrapa a quien aprecia sus obras, creando así, según sus palabras, un estilo erótico fantasioso.
    Abordar el erotismo, el sexo, lo sensual, siempre ha sido algo “delicado” dentro de las artes, sobretodo por la existencia de aquellas “buenas consciencias” autoproclamadas dentro de este ambiente, aquellos que sólo califican de arte aceptable lo que según sus criterios valga la pena llamarle así. Por eso abunda tanto arte mediocre y oficial, tanto becario que no se auto-reconfigura ni experimenta con las técnicas y temen expresar lo que sienten. A Breiter la han criticado, la han censurado en las redes, han denunciado su cuenta de face por el contenido de sus obras, sin embargo, ella sigue y seguirá, aun veremos su trabajo en galerías y espacios alternativos, así como en exposiciones fuera de lo institucional. De hecho, ahora también se pueden adquirir playeras con ilustraciones suyas (comunicarse con la artista para saber precios y comprar una)
    Esta es una entrevista desde hace mucho tiempo esperada, una charla amena con Astrid, paisana, colega de lo erótico, y en lo personal, una artista que se sustenta día a día, obra tras obra. Hay erotismo chiapaneco para largo rato. Hay Astrid Breiter para largo rato. 

Fotografía: Stephania Glez


Antonio Reyes: Hasta que se nos hizo la entrevista. Háblame de Oh, chiapaneca mi amor, la cual podemos apreciar acá en La Muestra Visual de Molcajete Colectivo.



Astrid Breiter: Hasta que se nos hizo (risas) Mira, la serie Oh, chiapaneca mi amor surge por varios factores: por mi falta de empleo, a la vez que necesitaba emprender un negocio también estaba en procesos de búsqueda y creación después de mi trabajo Cartas a Josefina, estaba en San Cristóbal de Las Casas y alguien me habla de un fetiche: una mujer con traje típico, y pues a mí me gusta lo erótico fantasioso, y estaba clavada en la onda del vintage, las pin ups, y pensé: “¿por qué no unas pin ups chiapanecas y en playeras?” y comencé primero con hojas de papel, luego fue evolucionando la idea hasta tener las playeras para venderlas; entonces la propuesta ya no era sólo algo erótico sino también endémico, surgieron ideas con el Parachico, la Chiapaneca con la tendencia eróticas, así como las puedes ver ahora acá en esta Muestra Visual.

A.R.: ¿Qué está realizando ahora Astrid Breiter?

A.B.: Estoy trabajando con la serie Los Cosmonáutas, que no es de tema erótico, hay más cuerpos masculinos y experimento con otras cosas, para no estancarme en lo mismo, y aparte trabajo en otra serie, Los 7 Pecados Capitales, donde abordo también imágenes femeninas con trajes típicos chiapanecos pero en un solo tono, donde cada pecado lo representa un color. Lo que pretendo es que haya cierto erotismo, que se note pero no con las tendencias del extranjero, sino un erotismo propio, a la chiapaneca.



A.R.: Siendo artista plástica ¿cómo te mantienes en la búsqueda creativa para no estancarte?

A.B.: Hay que ser constante, estar trabajando y trabajando, siempre van a haber críticas, de las críticas buenas aprendes; estar siempre en movimiento, digamos, ya sabemos que lo erótico es mi línea sin embargo siempre ando buscando algo más que eso, no estancarme, como tú dices y manifestando siempre mi estilo y una propuesta de lo que se esté haciendo.

A.R.: Como mujer, como artista plástica ¿de qué manera abordas el erotismo, cuál es el discurso?

A.B.: Bueno, pues es algo que uno ya trae ¿no? El erotismo en mí surge porque soy mujer, soy madre, soy amiga de otras mujeres y ellas me dan sus opiniones, sus experiencias, y digo esto porque abordo más el erotismo femenino en sí. Y bueno, la carga erótica fantasiosa, que es lo que yo transmito en mis obras, sí ha tenido sus consecuencias, sus opiniones mal encausadas, no todos lo ven bien, no a todos les agrada, mas si haces lo que a la gente le agrada pues no avanzas, no creces como individuo ni como artista, los grandes científicos, los y las grandes artistas nunca se han detenido sólo porque a la gente no le gustan sus ideas, sus propuestas y les llaman locos, locas, mas al final la mayoría termina dándoles la razón, uno no se va a detener sólo porque la gente no quiere o no le gusta lo que uno hace.

Fotografía: Stephania Glez
A.R.: Continuando con la pregunta anterior ¿es verdad que has tenido problemas personales, o trabas en la red con la censura del contenido de tus obras?

A.B.: (Risas) Bueno, me han denunciado como spam, me bloquean, me han hackeado la cuenta en face, mas ya no sé si es una sola persona o varias o qué sé yo, hace poco me dijeron de una persona pero no sé, no voy a especular, mejor sigo trabajando y busco otras alternativas para difundirlo, aunque tuve problemas con la serie Sigan a las Sirenas que ya no pude publicar, por ahí quedó volando, la publicaba y luego se me denunciaba como spam, según por el contenido fuerte, jejeje, pues se observan personas teniendo relaciones sexuales, y ahí comenzaron los problemas, me bloqueaban, me bloqueaban, me bloqueaban, y yo insisto, tiene que salir, no voy a dejar que se me censure por tonterías, quizá no en facebook pero ya hay una página donde se puede checar.




A.R.: ¿Algo que quieras agregar?

A.B.: Pues que no se detengan sólo porque a los demás no les gusta lo que hacen, no se dejen llevar por lo que dice la gente, sino que sigan proponiendo, los sueños para eso están, para realizarse, la vida para eso es.

Para checar más acerca de las obras de Astrid Breiter pueden visitar:


y para ver Sigan a las Sirenas:







viernes, 13 de septiembre de 2013

Absténgase… esto no es una muestra visual más…



Absténgase… 




esto no es una muestra visual más…


El pasado domingo 8 de septiembre Editorial Sophia tuvo el honor de asistir a la Muestra Visual (así a secas, así de honesto y sencillo, sin tanta fanfarronería ni nombres rebusquetes) dentro del evento de Artes visuales realizado en el Teatro de la Ciudad “Emilio Rabasa”, en el cual pudimos apreciar obras chingonas, además de ser piezas de artistas independientes ya conocidos en Chiapas y otras de artistas emergentes, específicamente de Tuxtla Gutiérrez.
   



Ergo, pudimos ver algo de Ilustración Erótica por parte de la mano e inspiración de la ya conocida Astrid Breiter, así como algo más dark, más under (Palmieri dixit) por parte de Daniel Rodríguez RIO con sus fotografías digitalizadas, vimos también el trabajo fotográfico de Luis Enrique Moscoso y de Leslie Palmieri (quienes, además, son parte del Molcajete Colectivo, organizadores de la exposición) las poperonas y sencillas (llegar a una sencillez visual no es así de fácil como se piensa) pinturas de Carolina Gómez García, además de, y que no deja de sorprendernos, el trabajo de Alfredo Chávez, quien ofrece una variación del hiperrealismo. Esta muestra nos brinda una diversidad de técnicas, estilos y propuestas, en la que cada autor “aborda de manera diferente su tema, desde una visión social o más relajada, según cada uno, un manifiesto de su sentir”, argumentó Leslie en entrevista.

      
Artista: Az Breiter
"Colección oh chiapaneca mi amor"

Daniel Rodríguez RÍO
"Zan 01"


Alfredo Chávez
"Fa y las aguas locas"


Esta muestra se realizó gracias a que el Teatro de la Ciudad invitó al Colectivo Molcajete una vez que conoció y vio el trabajo realizado por ellos en actividades anteriores. “Se han hecho exposiciones, lecturas y eventos artísticos en la calle, en centros y foros culturales independientes y alternativos, ahora estamos en un espacio institucional, digamos que es algo más formal que lo acostumbrado y pues es también como para decir: miren, esto es lo que hacemos con y por nuestros huevos, conózcanlo, vean de lo que somos capaces sin presupuesto” dice Palmieri.


Leslie Palmieri
"Flor de asfalto"

Enrique Moscoso
De la serie "Morir de asfalto"

Molcajete Colectivo


    El Colectivo ha trabajado en colonias, barrios, plazas urbanas y parques públicos, con talleres de pintura, manualidades, lecturas para niños y adultos, además de exposiciones. Molcajete también estará presente en la próxima Feria Internacional del Libro en la UnACh y también participarán con una expo visual en la Galería del Politécnico de Tuxtla Gutiérrez.

    La Muestra Visual estará esta semana en el recinto de exposiciones del Teatro de la Ciudad “Emilio Rabasa”, bien vale darse un rol por ahí, deleitar el oclayou y saciar el hambre de arte independiente chiapaneco.

Daniel Rodríguez RÍO
"Maniquí 01"

DG "Un espejo sobre el reflejo"

Maura Grajales
"Rambo"

Carito Gómez García
"Prescripciones de la moral en turno"

 Molcajete Colectivo son: Maura Grajales (Pintura) Olga Fábregas (Pintura) Daniel Gómez (Dibujo) Leslie Palmieri (Fotografía) y Luis Enrique Moscoso (Fotografía)

Maura Grajales
"No hay más"